Mi nombre es Jorge Antonio y tuve yo la experiencia de un familiar muy cercano, hermana, que falleció hace tres años, a consecuencia del COVID-19.
Ella, la última ocasión que yo la vi con vida, fue un 12 de diciembre de hace tres años.
Donde estuvimos conviviendo un rato, sin embargo el día lunes, lunes 14, me comentan que se encontraba delicada de salud, ya con síntomas muy claros de esta enfermedad, por lo que, pues, tuvo que ser atendida dentro de los servicios de salud, entubada y bueno, lamentablemente, duró siete días, falleciendo ella el día 21 de diciembre de hace tres años.
Hoy, a través de estos años, sigue uno recordando los grandes momentos y la gran persona que fue y que sigue siendo porque la tiene uno presente a diario.
Y sabemos bien que está en buenas manos, en las manos de Dios.